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Prevención

Los expertos estiman que se cometió un promedio de 250.000 de delitos de odio cada año entre el 2004 y el 2015 en los Estados Unidos. La mayoría de ellos no fueron denunciados ante las autoridades policiales. Lea más aquí (Solo en Inglés).

Todos podemos ayudar a poner fin al odio y a crear comunidades seguras e inclusivas. ¿Cómo puede luchar contra el odio?

La aplicación comunitaria de la ley se trata de crear y fomentar asociaciones dentro de la comunidad con el fin de combatir la delincuencia, aumentar el nivel de seguridad pública y dar respuesta ante situaciones de desorden. Combatir la delincuencia, aumentar el nivel de seguridad pública y dar respuesta ante situaciones de desorden van más allá de la policía: todos los miembros de una comunidad deben formar parte de la solución. Es fundamental incluir a distintos grupos cuyas comunidades pueden llegar a ser blancos de odio.

Posibles socios incluidos a la hora de emplear un modelo de aplicación comunitaria de la ley:

  • Escuelas y universidades: Administradores escolares, consejeros, profesores, clubes de ocio en el campus o enfermeras escolares
  • Justicia: Tribunales, servicios de instrucción, libertad vigilada o correcciones
  • Defensores de víctimas: Organizaciones sin ánimo de lucro o servicios sociales
  • Agencias federales: Policía, fiscales, analistas, defensores de víctimas u otros representantes federales
  • Organizaciones/instituciones comunitarias: Biblioteca municipal, coalición de unidad, comisión para las relaciones sociohumanas, organización para la justicia social, asociación para la prevención de delincuencia en los barrios o grupos que trabajar para eliminar la discriminación
  • Asociaciones industriales o empresariales: Empresas individuales, la Cámara de Comercio, asociaciones profesionales o sindicatos laborales
  • Medios de comunicación: Periódico local, noticias semanales alternativas, programas de radio, programas de televisión de noticias o asuntos públicos o blogs comunitarios populares
  • Organizaciones basadas en la fe:   Instituciones religiosas o grupos interreligiosos
  • Líderes cívicos: Alcalde local, gestor municipal, miembros del consejo municipal u otros funcionarios municipales
  • Aplicación de la ley:  Policía local, oficina del alguacil o agentes en los campus o de recursos escolares

Asociaciones fuertes entre la policía y la comunidad son esenciales a la prevención de delitos de odio. Algunas formas útiles de iniciar o fortalecer una asociación son:

  • Crear redes con otros en la comunidad y preguntar a quién ellos recomiendan incluir en la asociación.
  • Investigar y entender hasta qué punto las agencias policíacas locales participan en la aplicación comunitaria de la ley e identificar a un agente o delegado de enlace de las agencias policíacas locales que podría servir como punto de contacto para la aplicación comunitaria de la ley.
  • Comunicarse con el jefe de policía o el alguacil, así como con cualquier otro personal esencial que usted quisiera que participe en la asociación.
  • Enfocarse más bien en soluciones y no en problemas a la hora de reunirse con su jefe de policía local o alguacil.

Para que una comunidad aborde delitos motivados por el odio o los sesgos, primero todas las partes interesadas necesitan entender le problema local. El mejor método de evaluación es uno que es conocido por sus siglas en inglés, el modelo SARA: explorar los problemas, analizar los hechos, dar una respuesta para reducir los problemas y evaluar el resultado de la respuesta. El modelo SARA lo emplean principalmente las agencias policíacas con el fin de conocer y entender un problema mejor. Puede ser aplicado a cualquier situación o utilizado por cualquier grupo para abordar los problemas únicos a las que la comunidad se está haciendo frente.

Entender el problema, SARA: La imagen demuestra los cuatro pasos del modelo SARA en un patrón apanalado y encadenado:

  • Exploración: Identificar y priorizar problemas
  • Análisis: Investigar qué es lo que se sabe del problema
  • Respuesta: Generar soluciones que llevan a una reducción duradera en el número y la magnitud de problemas
  • Evaluación: Evaluar el éxito de las respuestas

A veces, las víctimas del odio y otros individuos vulnerables no confían en o incluso temen a la policía y recurren primero a grupos comunitarios u organizaciones basadas en la fe en busca de apoyo. Muchas de esas organizaciones sirven como vínculo a la policía u otras formas de apoyo a la hora de la involucración de las autoridades.

La mayor parte de los delitos motivados por el odio o sesgos son cometidos por personas menores a 30 años, y un 17 por ciento de estos delitos son cometidos por personas menores a 18 años.1 Es posible que esta cifra sea por debajo de la realidad, ya que los delitos de odio e incidentes motivados por sesgos que tienen que ver con menores de edad a veces son clasificados como acoso. Los menores de edad suelen ser más vulnerables a ataques violentos, el acoso y otras formas de hostigamiento.

Para combatir los delitos de odio e incidentes motivados por sesgos en los entornos educativos, muchos profesores y administradores escolares usan a la policía como recurso para educar a los estudiantes y miembros del personal sobre la naturaleza de incidentes y delitos de odio y cómo prevenirlos.

Crear una campaña de concientización pública por toda la comunidad que brinde información, conocimientos y recursos para miembros comunitarios y víctimas de delitos de odio. La campaña de concientización puede ir desde identificar intolerancia hasta brindar recursos a posibles víctimas. 

¿Qué puede hacer la policía?

Cuando una agencia policíaca declara públicamente que combatir los delitos de odio es una de sus prioridades, transmite el mensaje que no se tolerará la discriminación y el acoso. También garantiza que se dediquen recursos a la prevención de e intervención en esos delitos. Los cambios organizacionales requieren un compromiso, lo que implica cambios en la gestión de la agencia, estructura organizativa, personal y sistemas informáticos. La agencia entera debe comprender la importancia de dar respuesta a los delitos de odio.

Además de la capacitación requerida en virtud de los mandatos de los gobiernos estatales y federales, muchas agencias policíacas capacitan a nuevos reclutas y personal existente en cuanto a los delitos de odio y otros temas relacionados para asegurar que el personal policíaco al que le toque dar respuesta sepa cómo investigar correctamente e informar de delitos o incidentes de odio cuando ocurran.

Muchas ciudades y regiones operan grupos operativos para los delitos de odio, los cuales están compuestos de miembros de distintas agencias policíacas y representantes comunitarios. Los grupos operativos ayudan a coordinar el personal policíaco dedicado a los delitos de odio, atender a víctimas y fortalecer las asociaciones entre la policía y la comunidad.

 


Fuentes

Lynn Langton y Michael Planty, Hate Crime, 2003–2009 (U.S. Department of Justice, Office of Justice Programs, Bureau of Justice Statistics, 2011), http://bjs.gov/content/pub/pdf/hc0309.pdf

Fuente para el contenido de la página: https://cops.usdoj.gov/RIC/Publications/cops-p270-pub.pdf

Para otras medidas que las comunidades pueden emplear para poner fin al odio: https://cops.usdoj.gov/html/dispatch/05-2016/action_steps_for_local_communities.asp

 


Según la estadística para el año 2018 la FBI sobre los delitos del odio, los menores de edad cometieron el 15,3% de los delitos de odio denunciados en el 2017 y casi el 9,2% de los incidentes de odio tuvieron lugar en una escuela o universidad. Aunque no todos los casos de acoso pueden considerarse delitos de odio, si se forman vínculos fuertes para poner fin al acoso y prevenirlo entre los niños en edad escolar, puede ayudar a prevenir los delitos de odio.

Para recursos sobre cómo poner fin al acoso y prevenirlo, véase https://espanol.stopbullying.gov/.

Actualizado 16 de noviembre de 2023